Miércoles, 25 de marzo
Hoy la clase se ha dedicado a la presentación, por un lado, de los alumnos, que hemos tenido que rellenar un “documento de identidad”; por otro, de la asignatura por parte de la profesora. Elegí esta optativa, en parte, debido al buen recuerdo que guardo de la obligatoria “Análisis del discurso”, que me enseñó que, cuando hablamos, decimos muchas más cosas de las que dicen nuestras palabras; pero la profesora ha querido dejar claro que la Pragmática y el Análisis del discurso son diferentes. De momento, no entiendo muy bien la diferencia; pero habrá que esperar porque, al fin y al cabo, hoy sólo ha sido el primer día.
Viernes, 27 de marzo
No hemos tenido clase porque hemos ido a ver cómo algunos compañeros ensayaban una presentación que harán mañana en un simposio. El trabajo que han realizado con los niños de un colegio me ha resultado bastante interesante, además de bien hecho. Además hoy he podido ir conociendo a algunos compañeros de la asignatura, lo que nunca está demás.
Viernes, 6 de marzo
En clase hemos visto rápidamente algunas cuestiones sobre el origen de la Pragmática y los aspectos de los que se ocupa. Si tuviera que explicar lo que he entendido con la mayor brevedad posible, diría que la Pragmática se ocupa de aquellos aspectos de la comunicación de los que no puede dar cuenta la Gramática. Por ejemplo, se puede encontrar en un diccionario la definición del adverbio “quizás” pero Voltaire, en un divertido ejemplo que hemos leído en clase, demuestra que “quizás” significa algo distinto según quién lo diga. Hay algo a la hora de “poner en funcionamiento” la lengua que está más allá de la Fonética, la Semántica y la Sintaxis, y ese “algo” es el objeto de estudio de la Pragmática.
Miércoles, 11 de marzo
Hemos puesto en común la lectura que hicimos de algunas páginas del manual de Levinson; he podido comprobar con cierto alivio que a mis compañeros les ha resultado tan dificultoso como a mí. En cualquier caso, hemos conseguido señalar las ideas básicas del texto, y la fundamental es que son muchas y variadas las definiciones de Pragmática. Tanta diversidad, por un lado, complica la comprensión de qué es la Pragmática, como si ni siquiera los propios lingüistas lo tuviesen claro e intentasen solucionar esa indefinición ofreciendo multitud de respuestas; pero, por otro lado, hace más interesante este primer acercamiento a la Pragmática o, por lo menos, ha servido para llamarme la atención sobre la disciplina: no creo que para la Sintaxis o la Semántica se hayan llegado a proponer tantas definiciones, y esta complejidad que a primera vista ofrece la Pragmática no deja de resultar atractiva.
Miércoles, 18 de marzo
Ciertamente, tantas definiciones para el concepto de Pragmática, las diferentes lecturas que hemos realizado, las propuestas que se han revisado en clase… han complicado demasiado la cuestión y al final, parece ser, no nos ha quedado muy claro qué es eso de la Pragmática. Yo me baso en el ejemplo de Voltaire, que me resultó tan curioso, y sigo pensando que la Pragmática se ocupa –por decirlo de una forma bastante burda− de todo aquello que hay en la comunicación verbal y de lo que no puede dar cuenta el código lingüístico por sí solo, es decir, los aspectos fonéticos, semánticos y sintácticos. Volviendo al ejemplo de Voltaire, que de tanto me ha servido, la palabra “quizás” pronunciada por una dama puede analizarse fonéticamente (sonido velar sordo, vocal cerrada palatal, etc.), semánticamente (adverbio de duda) y sintácticamente (en la cláusula “quiere decir quizás” desempeña la función de complemento directo), pero en ese acto comunicativo “quizás” quiere decir “sí”, y de eso no da cuenta ni la fonética, ni la semántica y ni la sintaxis. En cualquier caso, espero que lo que vayamos viendo en clases y lecturas posteriores me ayude a entender perfectamente de qué va esto de la Pragmática.
Miércoles, 25 de marzo
Hoy hemos comenzado el segundo tema sobre la enunciación y el enunciado. La verdad es que hemos acabado hablando de los anuncios de Audi y de Lorenzo Milá, y lo que al principio estaba resultando un poco aburrido -sobre todo porque volvía sobre conceptos e ideas que algunos hemos visto ya- ha terminado en observaciones ingeniosas sobre el tratamiento de tú y usted y, claro está, en risas. Y es que, si nos ponemos a mirar, un recurso tan sencillo como este de los tratamientos de respeto es explotado de muchas maneras distintas, por la publicidad y por los hablantes mismos… Por ejemplo -no lo he dicho, pero lo he pensado, esto me pasa con frecuencia- yo, muchas veces, si quiero ser irónica o estoy un poco enfadada con algún amigo o familiar, utilizo el “usted” para mostrar distanciamiento o frialdad… Y es que la lengua da tanto juego…
Viernes, 27 de marzo
La verdad es que hoy no hemos hecho demasiado, porque la clase se nos ha ido discutiendo la posibilidad de hacer un vídeo entre todos para analizarlo luego pragmáticamente. La idea no me ha entusiasmado (creo que a mis compañeros, en general, tampoco) porque hubiésemos perdido bastante tiempo preparando el vídeo, cuando lo que importa, me parece, es aprender algo de pragmática. De todas formas, a algunos compañeros les gustaba el proyecto y han intentado defenderlo, pero creo que ha vencido el desinterés mayoritario… Después de este episodio un poco tedioso, hemos comentado los ejercicios sobre el fallo pragmático que se daba en un vídeo que vimos la última clase, en la que un chico magrebí felicitaba de forma demasiado insistente a una chica por su cumpleaños. Al ver el vídeo empaticé con el muchacho y, por decirlo coloquialmente, me dio bastante pena, porque sencillamente lo que ocurrió fue que se estaban manejando códigos de cortesía distintos: él creía ser educado y ella en cambio percibía pesadez, agobio y cansancio. A partir de ahí, algunos compañeros han explicado ciertas reglas relacionadas con la celebración, en concreto de los cumpleaños, que tienen lugar en sus países; el asunto tenía su interés, pero creo que se le ha dedicado demasiado tiempo. Sinceramente, no ha sido la clase más animada que he tenido, pero la apatía era general y creo que la culpa la hemos tenido todos...
Miércoles, 1 de abril
La clase ha comenzado con una exposición de unos compañeros franceses sobre los orígenes de la Pragmática, que me ha permitido recordar algunas cosas que estudié en la asignatura de Análisis del discurso. Después hemos pasado a comentar el artículo de Benveniste sobre el marco formal de la enunciación y no sé muy bien cómo hemos terminado discutiendo sobre qué es lo que ocurre en realidad en los botellones. La profesora defendía lo que yo siempre he pensado sobre los botellones, que son más un espacio informal de socialización que otra cosa, y que fundamentalmente lo que tiene lugar es un acto de socialización. En realidad, hablar se puede hablar en casa bebiendo zumo de melocotón, o en una cafetería tomando café, pero el botellón se ha marcado socialmente como espacio para jóvenes, forma parte de nuestra cultura.
Miércoles, 15 de abril
Hay que reconocer que la primera parte de la clase no ha sido demasiado provechosa, pues nos ha dado por hablar del acto de licenciatura, para el que ya no queda casi nada, y sin darnos cuenta se nos ha ido el tiempo. Después estaba prevista la exposición del artículo de Benveniste sobre el marco de la enunciación, pero de nuevo la clase se nos ha escapado en una larga digresión sobre el machismo en el lenguaje, la posibilidad de emplear formas neutrales, los eufemismos, etc. Sinceramente, nunca he tenido las cosas demasiado claras al respecto. Por un lado, entiendo que al decir, por ejemplo, “el hombre utiliza el lenguaje para comunicarse”, parece que se alude en primer término a los seres humanos de género masculino; pero, por otra parte, se trata de una convención lingüística, esto es, “el hombre” es en este contexto el término neutro, que engloba tanto a los humanos de género masculino como a los de femenino. Lo de “amigos y amigas”, “profesores y profesoras”, etc., me resulta latoso o, por decirlo con términos más apropiados, antieconómico. Por eso me decanto por utilizar “el hombre”, simplemente, y luchar contra el machismo en otros ámbitos. Igualmente me parece que la obsesión por los eufemismos es un poco absurda, y que en algunos casos puede llevarnos a emplear términos y expresiones tan cursis que suenan peor que las propias palabras que se tienen que evitar. Pero hoy íbamos a hablar de Benveniste…
Viernes, 17 de abril
Por fin hemos podido exponer el artículo de Benveniste sobre el marco formal de la enunciación, aunque la parte que nos correspondía a mí y a mi compañera creo que no ha quedado demasiado clara. Trataba de la subjetividad en el lenguaje, de cómo, por así decirlo, dejamos marcas de nuestro “yo” por todo: el “yo” marca la deixis, por ejemplo, y si decimos que algo está “allí” es porque está lejos de quien habla, mientras que si está “aquí” es porque está cerca del hablante. El tema era curioso y quizá, bien explicado, podría haber resultado ameno. Después se han hecho algunas consideraciones generales sobre la importancia del contexto en el discurso, algo que me ha recordado las clases de Análisis del discurso y muchas otras que he tenido a lo largo de la carrera. Las próximas sesiones se dedicarán a la deixis, en la que hoy nos hemos introducido.
Miércoles, 22 de abril
Hoy la clase la ha impartido uno de nuestros compañeros, Facundo, que había preparado una exposición sobre los deícticos en algunas lenguas indígenas de Argentina. La verdad es que había trabajado mucho, y llenó la mesa de la primera fila de libros, apuntes y fotocopias… En seguida nos contagió su interés por el tema, y es que la deixis resulta un aspecto de la pragmática curioso, especialmente si se compara lo que ocurre en distintas lenguas. Los deícticos “acá” y “aquende” han suscitado alguna que otra discusión; reflexionar sobre la lengua que usamos todos los días te obliga a darte cuenta de que es algo mucho más complejo de lo que parece: ¿en ningún contexto usamos el deíctico “acá”, o quedan restos en algunas frases hechas? ¿dónde está la frontera entre “aquí”, “ahí” y “allí”? Siempre hay cosas que no quedan claras. Lo más interesante quizá haya sido la explicación de los deícticos en la lengua toba, que nos ha espoleado a todos la vena antropóloga, y así nos quedábamos algo absortos cuando el chico nos contaba la importancia que tiene el río, por ejemplo, en la señalización del tiempo. La verdad es que ha sido una clase curiosa.
Miércoles, 29 de abril
Facundo ha terminado su explicación sobre la deixis en la lengua toba. La verdad es que lo ha hecho muy bien, estaba muy documentada y elaborada, y lo ha expuesto con mucha calma y claridad. Ha servido perfectamente para ilustrar cómo todas las lenguas tienen elementos deícticos, pero estos pueden variar mucho de unas lenguas a otras. Por ejemplo, resulta muy curioso que los toba sitúen el pasado delante y el futuro detrás; curioso y lógico, puesto que el pasado es lo que podemos ver y el futuro lo que no podemos ver, igual que las cosas que están a nuestra espalda. Se ha comentado que los niños toba tenían problemas al ser escolarizados en español debido a esta diferente categorización que hay en su lengua. Imagino que no tiene que ser nada fácil cambiar la forma de percibir el tiempo, por ejemplo. Por otra parte, me resulta interesante y valiosa la labor que lleva a cabo el equipo de investigación de mi compañero argentino, que estudia las lenguas de estas culturas indígenas. Me imagino que no tiene que ser nada sencillo, por otra parte, vérselas con una lengua tan diferente a la nuestra.
La segunda mitad de la clase la ha ocupado la exposición de otras compañeras sobre un artículo de Casamiglia y Tusón sobre la relación entre Pragmática y Sociolingüística, en la que se han tratado algunos aspectos que ya había visto en la asignatura de Análisis del discurso; se adelantaban algunas nociones acerca de los actos de habla, tema sobre el que Coralie y yo vamos a hacer una exposición la semana que viene.
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