Escandell Vidal, Mª. V. (1996), cap. 1 en Introducción a la pragmática, Barcelona, Ariel, pp. 15-29.
Se trata de unas páginas introductorias a la Pragmática en la que se atiende a los motivos por los que es necesaria esta disciplina, de forma que su objetivo y campo de estudio quedan explicados con brevedad y sencillez. Merece la pena reproducir aquí la síntesis de la autora (p. 22):
La distancia que existe a veces entre lo que literalmente se dice y lo que realmente se quiere decir, la adecuación de las secuencias gramaticales al contexto y a la situación, o la asignación correcta de referente como paso previo para la comprensión total de los enunciados son tres tipos de fenómenos que escapan a una caracterización precisa en términos estrictamente gramaticales.
Ciertamente, el ejemplo de Voltaire que se aduce pone de relieve la necesidad de estudiar qué mecanismos intervienen para que, de la expresión literal de los mensajes “sí”, “no” y “quizás”, se llegue a una información final distinta. Salta a la vista que la gramática por sí sola no puede explicar cómo “quizás” significa algo distinto si lo pronuncia un diplomático que si lo pronuncia una dama: ni la fonética, ni la semántica ni la sintaxis aclaran que “quizás” quiere decir “no” en el primero, “sí” en la segunda. “No hay una correspondencia biunívoca constante entre representaciones fonológicas e interpretaciones” (pp. 16-17). Y ahí interviene la Pragmática. También resulta especialmente significativo otro ejemplo, el de imaginar que encontramos en el suelo un papel en el que aparece el texto “Te espero mañana donde siempre”, pues resalta la importancia de la situación comunicativa para comprender los mensajes.
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