viernes, 12 de junio de 2009

Máximas, literatura, música y humor

Como afirma Graciela Reyes "Los juegos de palabras, la ironía, escribir poemas etc. son actividades que parecen desafiar las normas de cooperación lingüística. No se violan las máximas, sino que se burlan." Por eso creo que una forma simpática de ilustrar (y así también falicitar la memorización) de las máximas es aportar ejemplos divertidos o curiosos en los que estas no se respetan.

1. MÁXIMA DE CANTIDAD
Da la cantidad correcta de información:
i) Haz que tu contribución sea lo informativa que se requiere (para los propósitos de ese momento del intercambio).
ii) No hagas que tu contribución sea más informativa de lo requerido.

Se burla en "Instrucciones para subir una escalera" de Julio Cortázar, pues obviamente la información que se ofrece es excesiva para lo que se requiere. Nadie había pensado antes de Cortázar que subir una escalera necesitase tantas instrucciones.

Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situó un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.


Y por si nos queda alguna duda de cómo se sube una escalera, este vídeo nos lo explica:





2. MÁXIMA DE CUALIDAD

Intenta hacer que tu contribución sea verdadera:
i) No digas lo que creas que es falso.
ii) No digas nada de lo que no tengas pruebas adecuadas.

Las metáforas son una violación clara de la máxima de cualidad, pues lo que se dice no es cierto, ya que se utiliza un término falso en lugar del real. Las metáforas más divertidas que se conocen son las greguerías de Ramón Gómez de la Serna, definidas por el propio autor como metáfora + humor; algunas de ellas, en realiad, no son metáforas, sino observaciones ingeniosas de la realidad... que no dejan de ser falsas:

Entre los carriles de la vía del tren crecen las flores suicidas.

Los nudistas llevan en la mano un diario por si llega una visita.

Los tornillos son clavos peinados con la raya al medio.

El cometa es una estrella a la que se le ha deshecho el moño.

El murciélago vuela con la capa puesta.

La mosca se posa sobre lo escrito, lo lee y se va como despreciando lo que ha leído. ¡Es el más exigente crítico literario!

La jirafa es un caballo alargado por la curiosidad.

¿Y si las hormigas fuesen ya los marcianos establecidos en la tierra?

La morcilla es un chorizo lúgubre.

Conferencia: la más larga despedida que se conoce.



3. MÁXIMA DE RELACIÓN
Haz que tu contribución sea relevante

Un ejemplo muy claro de violación de esta máxima es el teatro del absurdo, representado por Beckett o Ionescu. Aquí vamos a fijarnos en algo más divertido, aunque igual de absurdo: la letra de muchas canciones infantiles. Como se observará en seguida, la información que se da carece de relevancia; basta imaginar lo que pasaría de uitilizarse los diálogos de estas canciones en una conversación cotidiana: ¿qué relevancia tiene "sentadita me quedé / en la silla del marqués" cuando inmediatamente antes se estaba diciendo "comeremos ensalada"?:

Pin pin pin,
zaramagatín,
vino la pollita
con su sabanita.
Sábana redonda,
¿de qué calleja?
Esconde la mano
detrás de la oreja



A la zapatilla por detrás,
tris-trás,
ni la ves ni la verás,
tris-trás.
Mirad p´arriba,
que caen judías.
Mirad p´abajo,
que caen garbanzos.
¡A estirar, a estirar,
que el demonio va a pasar!


El patio de mi casa
es particular,
cuando llueve se moja
como los demás.
Agáchate
y vuélvete a agachar,
que las agachaditas
no saben bailar.


Tengo una muñeca
vestida de azul
con su camisita
y su canesú.
La saqué a paseo,
se me constipó,
la tengo en la cama
con mucho dolor.
Esta mañanita
me dijo el doctor
que le dé jarabe
con un tenedor.
Dos y dos son cuatro,
cuatro y dos son seis,
seis y dos son ocho
y ocho dieciséis;
y ocho veinticuatro
y ocho treinta y dos,
a mi mamaíta
me arrodillo yo.

El corro de la patata,
comeremos ensalada,
lo que comen los señores,
naranjitas y limones.
Arrupé, arrupé,
sentadita me quedé
en la silla del marqués.




4. MÁXIMA DE MODO

Sé claro:
i) Evita la oscuridad.
ii) Evita la ambigüedad.
iii) Sé breve (evita ser prolijo).
iv) Sé ordenado.

Para terminar, algo más serio: en retórica literaria existe un concepto que consiste precisamente en la violación de esta máxima, el llamado obscuritas; algunas figuras retóricas se asocian directamente a él, como el hipérbaton, que subvierte la submáxima "sé ordenado", o la synchysis, que supone una alteración extrema del orden mediante la combinación de anástrofes e hipérbatos. Una parte de la obra de don Juan Manuel "El conde Lucanor" está construida por entero con una sucesión de máximas basadas en la synchysis, de la cual constituye un ejemplo:

De mengua seso es muy grande por los ajenos grandes tener los yerros pequeños por los suyos(= muy grande mengua de seso es tener los yerros ajenos por grandes, los suyos por pequeños).

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