miércoles, 10 de junio de 2009

Resumen de lectura (Reyes)


Reyes, G. (1990): cap. 8, “Acuerdos y transgresiones” en La pragmática lingüística, Barcelona, Montesinos Editor, pp. 62-88.

La implicatura es una dimensión pragmática del significado: no forma parte del sentido literal de un enunciado, sino que se produce por la combinación del sentido literal y el contexto. Las inferencias son posibles porque el uso del lenguaje responde a un acuerdo previo de colaboración entre los hablantes. Casi todo lo que queremos decir y no decimos explícitamente depende de ese principio general de comportamiento. Grice formula así el principio de cooperación: “Su aporte a la conversación debe ser, en cada etapa de ésta, tal como lo exija la finalidad o la dirección del intercambio verbal aceptada por ambas partes”.
Cuatro son las máximas que enumera Grice: de cantidad, de cualidad, de relación, de manera. Cuando se viola una máxima, el interlocutor interpreta que se quiere decir “algo más”. Hay una lógica en el uso del lenguaje, y su cartilla es el principio de cooperación: la comunicación intencional obedece a una lógica según la cual producimos e interpretamos significados lingüísticos de un modo muy eficiente.
Las implicaturas conversacionales particularizadas se calculan siguiendo los datos del contexto, y son inferencias basadas en el contenido de lo dicho unidas a suposiciones sobre las normas de cooperación que regulan el comportamiento lingüístico. También hay implicaturas conversacionales generalizadas, que surgen sin necesidad de ningún contexto particular (“Entré en una casa”  la casa no era mi casa).
Los juegos de palabras, la ironía, escribir poemas etc. son actividades que parecen desafiar las normas de cooperación lingüística. La violación deliberada de la máxima de cualidad da lugar a la metáfora, la ironía, la hipérbole. No se violan las máximas, sino que se burlan.
También aborda el artículo la Teoría de la relevancia de Sperber y Wilson. Para entender su definición de relevancia hay que partir de la idea de “entorno cognitivo”: el conjunto de hechos o de suposiciones que son para un individuo “manifiestos”. Los participantes de una conversación comparten sus entornos cognitivos. Del conjunto de hechos y suposiciones disponibles que contribuyen su entorno cognitivo, el individuo elige algunos y no otros para “procesarlos” como información. Lo que hace que una información sea digna de ser procesada es una sola propiedad, la relevancia. La eficiencia en nuestros intercambios comunicativos consiste, según estos autores, en usar bien nuestros recursos para procesar información, de modo que consigamos “la mayor contribución a las metas cognitivas de la mente humana con el menor costo posible”. En nuestro entorno cognitivo hay información que no necesita ser procesada y también otra información para cuyo procesamiento se requería un gran esfuerzo. Un tercer tipo de información es nueva pero conectada con la que ya tenemos: la conexión provoca más información nueva, que no se hubiera podido inferir sin la conexión. Así se llega a la noción cognitiva de RELEVANCIA: cuando el procesamiento de nueva información produce este efecto de multiplicación se trata de un procesamiento relevante. Cuanta más multiplicación, más relevancia.
Los seres humanos dirigen su atención automáticamente hacia lo que es más relevante para ellos. Detrás de cada acto ostensivo (lingüístico o no) hay una intención con una garantía de relevancia.
Esta teoría no es una máxima del tipo de las de Grice, sino que surge de una tendencia natural de los seres humanos a maximizar el valor informativo de los estímulos que provienen del entorno.
Tanto las máximas de Grice como la Toería de la relevancia chocan con lo que sucede cuando somos corteses.
No siempre se siguen las máximas de Grice; por ejemplo, la máxima de calidad se transgrede en el pueblo malgache de Madagascar.
Se pueden distinguir tres factores que no se tienen en cuenta en la teoría de Grice: relaciones afectivas (el lenguaje más íntimo es el más alejado de los principios de Grice), las relaciones de poder y el problema de las metas compartidas.
Pese a las críticas, los principios de Grice siguen siendo operativos en pragmática.

No hay comentarios:

Publicar un comentario