sábado, 2 de mayo de 2009

Resumen de lectura "Acerca de los actos de habla expresivos y comisivos en español"




Henk Haverkate, K. Hengeveld y G. Mulder (1993), Aproximaciones pragmalingüísticas al español, nº 12, Diálogos hispánicos, Amsterdam, Edit. Rodogi.

Este artículo analiza dos tipos de actos de habla, los expresivos y los compromisivos.
El objetivo ilocutivo de los actos de habla EXPRESIVOS es la expresión de un estado psicológico del hablante causado por un cambio en el mundo que le atañe al interlocutor o a él personalmente. Ejemplos típicos son lamentarse, avergonzarse y arrepentirse. Actos expresivos centrados en el oyente son agradecer, felicitar y dar el pésame. Son actos corteses, porque sirven para apoyar o reforzar la imagen positiva del interlocutor. Los actos expresivos se efectúan típicamente por medio de locuciones performativas como “Te lo agradezco”, “Le felicito por su restablecimiento”. El autor se detiene ahora en cuatro especímenes de los actos expresivos:
- El saludo: es un acto expresivo universal, basado en fórmulas rutinarias y que n o sirve para transmitir información proposicional. Al saludar intervienen signos paralingüísticos y no lingüísticos. El saludo suele formar parte de una pareja adyacente (“Hola”, “Hola”). En cuanto a sus funciones, sirve parar abrir el canal comunicativo, para evitar que se produzca una tensión social y para confirmar una determinada relación interaccional. Por lo que respecta al significado léxico, hay saludos que carecen de significado proposicional, mientras que otros son preguntas sobre la vida personal del interlocutor. La dimensión temporal se manifiesta a través de un sistema tripartito (“Buenos días”, “buenas tardes” y “buenas noches”). Influye también en el tipo de saludo la distancia social (“¿Qué hay?” frente a “¿Cómo está usted?”). Etimológicamente, en muchos casos se alude a la religión o la sociedad (“Adiós”).
- El cumplido: sirve para crear o mantener un ambiente de amabilidad. Es un poderoso instrumento persuasivo. Tiene dos patrones básicos: “Me gusta X” y “X tiene buen aspecto”. Una estructura sintáctica típica es la oración exclamativa marcada por una forma del presente de subjuntivo: “¡Bendita sea la madre que te parió!”. Salvo en contados casos, como el piropo, el cumplido supone la participación activa del interlocutor en el estado de cosas descrito, en tanto que la felicitación se refiere a estados de cosas en cuya realización el interlocutor ha participado activa o pasivamente. Por otra parte, se señala que es más fácil dirigirle un cumplido a una persona que responder adecuadamente al mismo.
- El agradecimiento: su realización queda determinada por un acto previamente efectuado por el interlocutor. Las fórmulas de agradecimiento compensan simbólicamente el coste invertido por el oyente en beneficio del hablante. Las circunstancias en las que se expresa gratitud pueden variar de una cultura a otra.
- La disculpa: el objetivo ilocutivo es dar a conocer al interlocutor que se ha violado cierta norma social y que el hablante se cree, al menos parcialmente, responsable de haber ocasionado dicha violación. En el plano perlocutivo, la reacción del oyente que el hablante intenta provocar es el perdón, lo cual queda reflejado en fórmulas como “perdóname” y “discúlpeme”. La disculpa puede ser autónoma, es decir, ofrecida por el hablante sin pedirla el interlocutor, o no autónoma. Se indica por otra parte que “lo siento” es una reacción convencional a actos asertivos y exhortativos, en general, y a peticiones e interrogaciones, en particular. “Lo siento” sirve de estrategia de cortesía para prevenir que el oyente se vea enfrentado con una reacción negativa explícita. Por otro lado, “temer(se)” se emplea con frecuencia con el mismo objeto atenuador que “sentir”: puede ser utilizado para introducir información de la que el hablante presupone que es desagradable para el oyente.
En cuanto a los ACTOS COMISIVOS, son aquellos cuyo objeto ilocutivo es la expresión de la intención del hablante de realizar en beneficio del oyente la acción descrita por el contenido proposicional. Ejemplos típicos son la promesa y la invitación. Las condiciones previas son de tres tipos: habilidad, aceptabilidad y razonabilidad; asimismo, se distinguen otras condiciones previas, como la condición esencial, la condición de sinceridad y la condición del contenido proposicional. Son actos prototípicos para comunicar cortesía positiva.

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