martes, 19 de mayo de 2009

Resumen de lectura (Moreno Cabrera)

Moreno Cabrera, J. C. (1987), “La deíxis” en Fundamentos de Sintaxis General, Madrid, Síntesis, pp. 65-77.

En este capítulo se define la deixis, se atiende a los distintos tipos de la misma, se compara lo que ocurre en distintas lenguas y se concluye reflexionando sobre la importancia de este fenómeno. Incluye, además, una serie de ejercicios sobre el mismo. Así pues, la deixis se define como la función lingüística que pone en relación los mensajes emitidos con las circunstancias en que tales mensajes se producen: se necesitan unos puntos de referencia para orientar el discurso y tales puntos de circunstancia vienen dados por las circunstancias de la emisión del mensaje.
Hay tres tipos esenciales de información deíctica:
a) La persona gramatical (deíxis personal): relaciona el mensaje con las personas que intervienen en el proceso de comunicación.
b) La localización espacial (deixis espacial): con el lugar en que se verifica el proceso.
c) La localización temporal (deixis temporal): con el momento en que tiene lugar ese proceso.
Estas tres funciones se localizan en el ámbito nominal y en el ámbito verbal: en los pronombres personales, en los afijos posesivos de los sustantivos, en la flexión personal del verbo, mediante adverbios temporales.
En cuanto a la deixis PERSONAL, el sistema de las personas gramaticales se asienta sobre tres personas fundamentales: la primera (el que habla), la segunda (a quien se habla), y la tercera (del que o de lo que se habla). Siguiendo a Benveniste, establecemos dos oposiciones: la de personalidad, que opone “yo/tú” a “él” y la de subjetividad, que opone “yo” a “tú”. Por tanto, la primera y segunda personas se oponen a la tercera, como no persona. Existe la siguiente jerarquía: el hablante predomina sobre el destinatario y éste sobre aquel o aquello de lo que se habla.
Por lo que respecta a la deixis ESPACIAL, se produce cuando se denotan lugares determinados a partir de su distancia respecto a uno de los protagonistas del discurso. Aquí cada protagonista determina un lugar específico. Existirá, pues, un lugar-yo (“aquí”-“éste”), un lugar no-yo (“ahí”-“ése”) y un lugar-no-yo-no-tú (“allí”-“aquél”). Pero, como es sabido, no todas las lenguas realizan esta triple división.
En cuanto a la deixis TEMPORAL, ésta especifica el momento en que se realiza lo relatado según sea anterior, simultáneo o posterior al momento en que se da el acto comunicativo: el momento en que se realiza el acto lingüístico es el centro a partir del cual se especifica la localización temporal de lo referido en el discurso. Son tres las relaciones entre el acontecimiento comunicativo y lo relatado: la anterioridad, la posterioridad y la simultaneidad. Son las relaciones básicas en la mayoría de las lenguas conocidas.
El autor concluye que la deixis es un mecanismo que sirve para relacionar nuestro discurso con la situación comunicativa en que se produce. La deixis hace posible que las expresiones lingüísticas puedan ser reutilizadas una y otra vez de diferentes maneras, en distintos lugares y momentos y por distintas personas para decir cosas diferentes.

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